La Comunidad-Luz Flor del Sagrado Tepui de Roraima, afiliada a la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), inició en junio de este año, aprovechando la época de lluvias, el proyecto de implantación de un Sistema Agroforestal en un área de media hectárea ubicada en la región semi-rural de Boa Vista, que tiene como primer objetivo expresar uno de los atributos de las Comunidades-Luz que es el Amor a los Reinos, especialmente al Reino Vegetal.

El Sistema Agroforestal o SAF es una forma de producción inspirada en la dinámica de los ecosistemas naturales, en la que se plantan diferentes especies de árboles intercalados con cultivos agrícolas. Se trata de un sistema ancestral de uso de la tierra que ha sido practicado durante miles de años por indígenas y agricultores.

Según Fray Faustino, que es el responsable de la implementación del proyecto, «en este sistema se alternan líneas de plantación e interlíneas, buscando en esta interacción la regeneración del suelo y la creación de condiciones para que la plantación se produzca de forma equilibrada y se autoregule, como en un bosque».

Red de apoyo

Una verdadera unión de esfuerzos está haciendo posible la implementación del SAF: las semillas fueron enviadas por la Comunidad-Luz Figueira, de Carmo da Cachoeira/Minas Gerais; para la adquisición de insumos se contó con el apoyo del gobierno local; los abonos naturales y las cenizas fueron donados por empresas; las plántulas fueron proporcionadas por Embrapa. «Así se está consolidando una red de relaciones institucionales», dice fray Thomas, monje de la Orden Gracia Misericordia y director de la Comunidad-Luz Roraima.

«Con pocos recursos estamos consiguiendo realizar el diseño agroforestal previsto en toda su extensión. En un primer momento, la propuesta es trabajar en una autosuficiencia gradual de la Comunidad-Luz. Al mismo tiempo, integrar la agrofloresta a la Red de Servicio donando los excedentes producidos, en un futuro, a las comunidades en situación de vulnerabilidad, además de la propuesta de hacer de este espacio, un lugar de transferencia de saberes para que personas y grupos ajenos a la Comunidad-Luz conozcan tanto la práctica y la metodología agroforestal como el principio de amor y cuidado de la naturaleza», enfatiza el monje.

Un ejemplo de transferencia de saberes es el intercambio promovido por el Centro Cultural y de Formación Indígena (CCFI), coordinado por la Fraternidad – Humanitaria (FFHI), que permitió a los indígenas venezolanospemon-taurepang permanecer tres meses en la Comunidad-Luz Figueira para aprender sobre agrofloresta y llevar estas prácticas a sus comunidades, y así contribuir a su desarrollo socioeconómico.

«Estos mismos indígenas ya han ofrecido a participar con grupos más grandes en esfuerzos conjuntos (mutirões) en la agrofloresta de la Comunidad-Luz«, dice Fray Thomas.

Mutirões (trabajo comunitario) – la fuerza está en la unión de esfuerzos

Los fines de semana, los mutirões(trabajos grupales voluntarios) reúnen a servidores humanitarios, misioneros, monjes y miembros de Red-Luz en las tareas de mantenimiento de la agrofloresta.

«En esta fase del proyecto, la propuesta es hacer una implantación de bajo costo, principalmente dirigida a la regeneración del suelo y a la plantación de árboles en las líneas. También estamos avanzando en la construcción de un primer sistema de riego, ya que en octubre comienza la estación seca», explica Fray Faustino.

Para las etapas futuras, la idea es consolidar la metodología agroforestal, iniciar una producción sustentable para la Comunidad-Luz, integrar la tarea de plantación con la Red de Servicios y conseguir implementos que ayuden en el manejo, como por ejemplo un tractor.

Beatriz Osório, servidora humanitaria de la Misión de Roraima e integrante de la Red-Luz, expresa su gratitud y alegría por unir esfuerzos con el grupo en la implantación de la agrofloresta: «Ha sido una experiencia muy rica en muchos sentidos, sobre todo por empezar desde el principio, ver que no había nada en un suelo degradado y que todo se está transformando en riqueza y diversidad de especies que se van complementando y ayudando mutuamente. El trabajo colectivo de los mutirões, la unión de esfuerzos también me ha enseñado mucho, dice Beatriz».