Conozca la historia de dos hermanas etíopes que hace más de dos décadas tuvieron que dejar su tierra natal, atravesando un desierto hasta  Djibouti por trece días y asumir la condición de refugiadas. Pasaron por muchas experiencias difíciles, a veces extremas, hasta encontrar acogimiento en Canadá, donde viven hasta hoy.

Por internet conocieron el trabajo espiritual realizado por la Asociación María, una de las ramas de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI). La identificación con los principios de esta Obra de Amor fue tan grande que las llevó a atravesar del extremo norte al extremo sur de América, para conocer la Comunidad-Luz Fraternidad de Aurora, en Uruguay.

Necesitaron otra vez encontrar coraje en sus vidas para enfrentar la inseguridad de ir a un país con lengua y cultura desconocida, pero esta vez por un motivo completamente diferente. No estaban escapando de una situación de caos, sufrimiento y pobreza, si no buscando un camino para la paz interior.