El apoyo terapéutico que Casa Luz de la Colina, afiliada a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional, brinda a las comunidades del sur del estado de Minas Gerais, Brasil, llegó por primera vez hasta la ciudad de Ilicínea, a 125 km de su sede central en Carmo da Cachoeira, Minas Gerais. Fueron atendidas 34 personas, en su mayoría enfermos de cáncer asistidos por la novel organización «Uniendo Vidas, Casa de Apoyo a Pacientes Oncológicos».

mutirao-terapeutico-pacientes-cancer-ilicinea-20-out-2016_07La colaboración fue prestada por nueve colaboradores de Casa Luz de la Colina: una médica; un equipo de cuatro terapeutas llegados de la ciudad de Jundiai, estado de San Pablo; dos odontólogas; y dos asistentes. El trabajo se llevó a cabo el jueves 20 de octubre, de 9.00 a 13.00 horas. Se realizaron 18 atenciones médico-terapéuticas con terapias de acupuntura, cromoterapia, reflexología y homeopatía. También hubo 16 atenciones odontológicas.

Esta cooperación surgió tras un pedido de la “Asociación Vida Viva” de Boa Esperança, entidad que también asiste a enfermos de cáncer y, con la cual, Casa Luz de la Colina ya trabaja desde el 2012.

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Nirvania Gerez Noguero Donadelli es integrante del grupo de Jundiai que colabora con Casa Luz de la Colina desde hace cuatro años. La colaboradora comenta que cuando están frente a un enfermo se sienten “meros intermediarios: es una acción divina que enciende en el asistido una llama interna, que lo ayuda a encontrar en sí mismo el camino de la cura”.

Nirvania  explica que para que una asistencia terapéutica, como la que brinda Casa Luz de la Colina en sus servicios ambulatorios, a veces por una sola vez, sea efectiva es fundamental que el paciente acuda con mucha fe en Dios. “Está en la Biblia que Jesús curaba diciendo al enfermo: tu fe te ha salvado”.

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Nirvania resalta también la gratitud y el cariño que las personas auxiliadas expresan en forma espontánea . “Es lo que nos motiva a participar de estos servicios”, apunta.

“Eso nos trabaja mucho internamente, nos ayuda a descubrir aspectos nuestros que desconocíamos, crecemos mucho con esas experiencias”, complementa Sandro Roberto de Camargo, otro de los terapeutas.

“Ese despertar interno en los pacientes, del cual habla Nirvania, se produce también en nosotros”, tercia Nevacil Gerez Noguero, quien junto con Luciana Aparecida Gomes Noguero completa el grupo de voluntarios de Jundiai.

mutirao-terapeutico-pacientes-cancer-ilicinea-20-out-2016_02bJosé Trigueirinho Netto, filósofo espiritualista y uno de los fundadores de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional, explica en su obra “Léxico Esotérico”, que el cáncer surgió como una forma de equilibrar la carga de maldad engendrada por el ser humano en el transcurso del tiempo. Puntualiza que los seres que contraen cáncer equilibran en sí mismos parte de la maldad individual y colectiva de la humanidad, pues en dicho proceso las células del cuerpo se purifican intensamente, liberando la sustancia-luz que cada célula encierra. Durante sus crisis, algunos individuos perciben a su cuerpo físico como luz. Después de esa experiencia aprenden a convivir con el dolor e inclusive a trascenderlo. Más información sobre el tema puede obtenerse en los libros del mismo autor: “La Muerte sin Miedo ni Culpa”, “Caminos para la Cura Interior” y “Hora de Curar”.

mutirao-terapeutico-pacientes-cancer-ilicinea-20-out-2016_06La ONG “Uniendo Vidas”, lugar donde se realizó el mutirão (servicio grupal voluntario) terapéutico, fue creada en diciembre de 2014 por la directora de la entidad, Débora Abelar, quien se dedica a tiempo completo al servicio. La institución atiende de lunes a viernes, de 8.00 a 11.00 y de 12.30 a 17.00. Funciona con nueve voluntarios, vive de donaciones y de lo recaudado en las ferias de ropas que organiza los sábados. “Ofrecemos todo a 2 reales. La idea es ayudar a quien no puede y que ellos también puedan ayudarnos”, aclara.

mutirao-terapeutico-pacientes-cancer-ilicinea-20-out-2016_05bEn estos momentos, la organización tiene registrados a 51 pacientes y desarrolla campañas de concientización para llegar a más enfermos. “Lamentablemente nos enfrentamos a un gran obstáculo: el prejuicio de los propios pacientes que ni quieren escuchar hablar de la enfermedad”, pero “Trabajamos con mucha fe en Dios, porque sabemos que en realidad es Él quien actúa a través de nosotros”, finaliza la voluntaria.