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Liberarse de la vida común
La humanidad necesita ayuda para liberarse de la vida común. Del punto de vista espiritual, la vida común se considera un desierto.
Dado que obedece a patrones establecidos por el estado de consciencia de la mayoría, es una vida que se caracteriza por la inercia, por la tendencia a la comodidad, por la búsqueda del confort y de los bienes materiales, por el deseo y por la satisfacción de distintos tipos de apetito.
Este desierto, que es la vida de muchos, intenta perpetuar estructuras decadentes, desactualizadas. Las sensaciones, sobre todo el placer, ayudan a mantener la consciencia presa de ese estado. Es una vida en que las apariencias determinan las opciones, y no lo que está en el interior de las personas, de las cosas, de los acontecimientos. Podemos ver ese desierto espejado en los noticieros diarios. Estos se quedan en la superficie de los hechos, no muestran las causas.
Y este desierto, esta vida común, engaña a las personas, les promete felicidad y bienestar con base en cosas materiales, en gustos personales. Y todo esto es muy cambiante, muy fugaz. Cuando las personas consiguen una cosa, ya quieren otra, pues no conocen su verdadera necesidad. Así, esa vida común es causa de continuos sufrimientos.
Seguir otra dirección
Cuando un individuo resuelve asumir una postura diferente, seguir otra dirección, elevarse, las fuerzas que componen las estructuras de la vida común intentan disuadirlo de su decisión. Las estructuras a las cuales él se dedicó intentan retenerlo. Siempre está acordándose del pasado, y este suele ejercer, en muchos, una gran influencia. Es conocida la historia bíblica de la mujer que se transformó en estatua de sal; al mirar para atrás, se cristalizó.
Incluso que no sepamos
Es importante saber que nos vamos liberando de ese desierto cuando practicamos el desapego. No importa a lo que estemos apegados, intentamos soltar eso, liberarnos y volvernos independientes de lo que nos ata, Que eso continúe, si tuviere que continuar, pero nosotros nos desligamos de todo lo que nos detiene. Encontramos fuerzas para esto cuando buscamos una meta superior, incluso que no sepamos exactamente cuál es. Y por esa meta superior debemos dejarnos atraer.
Para salir de este desierto, sería un error esperar ayuda de algo que ya está instituido. Lo que está instituido se alimenta de la vida común, y es el instrumento del desierto. Tendríamos que ser una voz diferente en medio de todo eso.
Existe una enseñanza, que encontramos en la serie de libros del Agni Yoga (Fundación Cultural Avatar), que se refiere a un tesoro destinado a todos. En la mentalidad común, se cree que ese tesoro es dinero, que son bienes materiales que hay que perseguir. Pero el Agni Yoga nos dice que ese tesoro es lo que está más cerca de nosotros. En el desierto de la mentalidad común no se mantiene la intención de oír la enseñanza de cómo encontrar el tesoro. Son pocos los que perseveran y que lo consideran como el valor más importante en su vida.
¿Cómo ser voz en el desierto?
La humanidad necesita un fuerte impulso para salir de la vida común. Y ¿cómo ayudarla a hacer esto?, ¿cómo ser voz en el desierto?
Incansablemente hacer lo que es necesario
Todos los días encontramos cosas fuera de lugar, en desarmonía. Debemos, incansablemente, colocarlas en orden, Y si las viéramos de nuevo fuera de lugar, volverlas a ordenar. Esto es ser voz en el desierto; incansablemente hacer lo que es necesario.
Para atravesar el desierto necesitamos contar con la fe.
Con paciencia, dejamos que se consolide en nosotros.
La fe transforma la aridez.
Artículo de referencia: Jornal O Tempo 23/feb./2014
Nombre del artículo: En los tiempos actuales se necesita vencer nuestra propia aridez interior.
Audio de Irdin: Conversas com Trigueirinho nº 61
Audio completo: http://www.irdin.org.br/acervo/detalhes/12453
Tempo del audio: 16’26-18’08
