El buen gusto y la armonía son elementos que se destacan en la habitación de Miladys, una refugiada que dejó su hogar en Venezuela. Dejó amigos, familia, todo lo que era parte de su mundo y caminó hasta Brasil. Al otro lado de la frontera, tuvo una recepción fraterna, diferente de lo que sucede en la mayoría de los países del mundo.

Todo lo que vemos en el video que alegra su habitación fue hecho por ella de lo que aprendió en el refugio a través de los cursos de artesaníass y costura organizados por la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional FFHI). Además de techo, agua, alimentos, atención médica, la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) también ofrece amor, atención y cuidados para ayudarlos a reconstruir sus vidas. El arte también es uno de los elementos que facilitan este proceso. El papel de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) en los refugios es proporcionar estos elementos transformadores de la consciencia, ya que, después de estabilizar el mundo físico, es el mundo interno el que debe reconstruirse.

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