El 12, 17 y 18 de diciembre, la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) realizó una Jornada de Salud para los refugiados indígenas venezolanos en el refugio de Pintolândia que está bajo su gestión. El evento fue apoyado por diferentes organizaciones del área de salud y atendió directamente a más de 400 personas de la comunidad.
Las acciones se centraron en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la escabiosis, la pediculosis, la parasitosis intestinal, así como las búsquedas activas de malaria, evaluación nutricional y tratamiento para niños de hasta 5 años, entre otras posibles enfermedades.
La atención médica, realizada después de la selección, contó con la medicación, vacunación y asesoramiento nutricional.
El programa se desarrolló en tres etapas, la primera de las cuales fue hacer consciente y sensibilizar a la comunidad sobre los beneficios de la limpieza del lugar de residencia y de las áreas comunes (redario, carpas o tiendas, áreas externas), así como la higiene personal, brindando instrucciones y promoviendo conversaciones y talleres sobre el tema.
Actualización de las vacunas a cargo del personal de Salud Indígena de Boa Vista e
identificación de focos y casos de malaria promovido por el Centro de Zoonosis
La segunda etapa fue una jornada educativa, con actividades pedagógicas, exhibición y promoción de videos y actividades educativas sobre salud e higiene, así como técnicas de lavado y desinfección de ropas.
El día 18, en la última fase del programa, toda la comunidad albergada se involucró en la promoción de su propia salud al participar en el circuito establecido, así como en la distribución de kits de higiene personal, desinfestación de colchones, cambio de redes y lavado y corte de cabello.
Quem quisesse e precisasse também tinha a opção de ter o cabelo lavado e cortado.
La comunidad indígena se organizó en varios equipos para llevar a cabo la recolección de basura, limpieza de las carpas y participación, a través de liderazgos, en la organización y conducción de la comunidad por las etapas de atención.
Fabio, un oficial de campo de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) y responsable del equipo de limpieza de colchones, dijo que era un procedimiento básico y sostenible para eliminar hongos y bacterias acumuladas.
«Además de los productos ser neutros y no dañinos para el medio ambiente, la higiene también permite la reutilización del colchón», dijo, y agregó que «algo importante, porque no hay un lugar apropiado en la ciudad para deshacerse de este material. El basurero sanitario no admite porque este tipo de material necesita ser quemado de un modo específico«.
«Estoy ayudando a limpiar los colchones y en ese momento también hay personas que ayudan a limpiar las carpas. Las personas son colaboradoras y participativas. Estoy muy feliz por lo que están haciendo y por quién participa«, dijo Jhonny Ramos, quien ayudó en el proceso y vive desde hace un año en el refugio.
Actualmente, el refugio cuenta con más de 588 personas de los grupos étnicos Warao y E’napa, originarios del delta del río Orinoco y la Amazonía venezolana. El propósito de esta acción, más allá del apoyo, es que aprendan nuevos hábitos para que puedan continuar cuidándose a sí mismos con una mejor calidad de vida.
La actividad fue realizada por una asociación entre la FraternidadeHumanitaria (FFHI), ACNUR, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) Visión Mundial, Ejército Brasileño, Médicos Sin Fronteras (MSF), Centro de Zoonosis del Municipio de Boa Vista y Secretaría de Salud Indígena (SESAI), además de los residentes del refugio.
