En esta fecha, 31 de marzo, donde se conmemora mundialmente el Día de la Salud y la Nutrición se remarca la importancia de la alimentación vegetariana para la salud física, mental y espiritual.
Según datos de investigaciones recientes, el número de personas vegetarianas está aumentando significativamente en el mundo entero, y en Brasil el 16% de la población se declara vegetariana.
Entre los factores que influyen en la opción de este tipo de dieta están los principios éticos y/o religiosos, cuestiones sociales y económicas, preocupaciones con la salud o con el medio ambiente, entre otros.
Lidiando con los alimentos
Según la colaboradora que trabaja en Casa Luz de la Colina y la Escuela Parque Tibetano, Tainá Santos Navolar, el trabajo con la alimentación es un campo muy rico para el desarrollo de la consciencia individual, grupal y planetaria.
La Comunidad-Luz Figueira, afiliada a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), desde su fundación, está con un régimen de alimentación libre de cualquier tipo de producto de origen animal.
En la la vida diaria de las comunidades se hace una alimentación tradicional, simple, basada en vegetales y conectada con lo que se produce en el lugar. Las comidas se elaboran de forma grupal, y la mayoría de los que se hospedan tienen la oportunidad de donarse y expresarse en ese sector. Casi todas las cocinas tienen horno a leña, lo que resulta en una profunda reconección con los Reinos de la Naturaleza y sus ciclos.
La base de la alimentación de las comunidades proviene del Sector de Plantíos, de los pomares, de las agroflorestas y pequeñas huertas. El Sector de Plantíos desarrolla sus tareas de forma orgánica y produce abundantes cantidades de porotos, maíz, mandioca, mijo, soja, zapallo, caña de azúcar, sorgo, girasol y sésamo. Las huertas son iniciativas que tienen como objetivo la producción de vegetales, especias y tés para las cocinas de las casas.
Algunas agroflorestas y pomares están en desarrollo y fueron poblados con distintos frutales, plantas medicinales, asociadas con verduras, raíces y hortalizas, generando un sistema complejo, biodiverso y en proceso de volverse independiente de recursos externos.
Experimentos de plantíos de granos en Sistemas Agroflorestales (SAF) están en desarrollo y se realizan a través de asociación con el Centro de Investigaciones de Agricultura Sintrópica (CEPEAS).
Además de esto,se desarrolla un importante trabajo en la Casa de la Harina, lugar donde se procesan algunos cultivos. Allí se produce harina de mandioca, harina en copos de maíz, melaza, pasta de sésamo, etc.
En la ciudad de Carmo de Cachoeira, la Asociación Casa Luz de la Colina mantiene un Refectorio Comunitario que está abierto a la población en general y tiene como objetivo ofrecer comidas sabrosas y saludables para aquel que lo necesite.
El Cuerpo Físico
De acuerdo al estudio presentado por el Dr. José Maria Campos, fray Ameinó, «Alimentos, una invitación a la simplicidad», las enfermedades modernas como la obesidad, la diabetes, problemas cardiovasculares, colesterol alto, hipertensión, artritis, gota, son consecuencia de malos hábitos alimenticios.
«Un cuerpo sobrecargado de alimentos pesados, industrializados, de origen animal, recibe y esparce venenos mórbidos que afectan, no solo a los órganos relacionados, sino también a la sangre, el cerebro y los nervios», explica fray Ameinó.
Según este estudio, el hombre moderno se apartó del alimento esencial para la salud, aquel que la naturaleza produce de forma simple y se dejó llevar por deseos y antojos, alimentándose de productos industrializados e insalubres.
El emocional y el mental
En paralelo, José Trigueirinho Netto nos enseña que los beneficios del vegetarianismo son amplios y conocidos desde tiempos remotos. Fue un sistema de alimentación utilizado entre los esenios tanto como medio de purificación cuanto estímulo para el perfeccionamiento de las facultades del alma y del cuerpo.
Y aclara que la ingesta de carne animal, entre otros perjuicios para la salud, lleva toxicidad a la mente logrando que las células mentales se vuelvan opacas.
«…las células que se alimentan con carne animal forman un cerebro limitado que comprende las cosas hasta cierto límite a causa de las toxinas de carne en las células físicas», explica.
Para él, además de esta toxicidad, el miedo injustificado que se presenta en el ser humano es otro factor que muchas veces se manifiesta en función de la ingesta de carne porque el animal pasa por un terror, un dolor muy fuerte, a la hora de ser asesinado y todo eso se refleja en la parte psíquica de la carne, en todo el material que el ser va a ingerir».
Alimento y espiritualidad
Es del Bhagavad Gita la frase:
«Los alimentos para los practicantes espirituales deben ser leves y de fácil digestión».
De acuerdo con frei Ameinó, el cuerpo del ser humano se mantiene básicamente por dos corrientes de nutrición: la terrestre y la cósmica.
La terrestre trabaja con la desmaterialización del alimento desde que se lo coloca en la boca, allí se inicia la liberación de los elementos sutiles. La cósmica que, por medio de nuestros órganos de los sentidos y sistema nervioso, se une con las corrientes etéricas de energías creadora. «Nuestro cuerpo está construido, básicamente, a partir de la substancia que produce esta corriente cósmica de nutrición «, dice frei Ameinó.
También nos enseña que para tener una salud integral, con la alimentación adecuada, no basta cambiar los hábitos de afuera hacia adentro, con dietas y alimentos diferentes, sino que es necesario, también entrar en contacto con su ser interior y conectarse con la propia esencia, con la esencia de la vida, pues energías sutiles y creadoras actúan todo el tiempo en nuestro ser.
En otro estudio, Trigueirinho complementa diciendo que la alimentación correcta puede llevar al individuo a otro punto de la consciencia. El alimento puede proporcionar un estado de armonía inalterable por medio del contacto de cada ser con la energía Ono-Zone -que algunos llaman Dios. «Dentro del alimento existe una parte oculta que nosotros despertamos, desarrollamos y asimilamos ocultamente, no solo por procesos digestivos. Es la energía Ono-Zone, esa energía única, que pone en movimiento esa parte oculta», afirma Trigueirinho.
Al alimentarnos debemos hacer esa conexión con los más alto, y si hiciéramos así , él dice: «los cuerpos se van sutilizando y diferenciando. Los sueños se vuelven más nítidos, más evolucionados. Vamos teniendo más claridad en el cerebro y en la mente y esto va atraer para cada ser un nuevo sistema alimenticio. La química de los elementos cambia».
Trigueirinho propone que cada uno busque dentro de sí una forma de comprender mejor y desarrollar el valor de una alimentación adecuada, respetando la esencia y la naturaleza de cada alimento, intentando percibir lo que es realmente necesario para suplir el cuerpo y al mismo tiempo unirse a la experiencia de entrega al Único.
«Si uno comienza a interactuar con esa energía One-Zone, por medio de su alimento, terminará dándose cuenta del valor de un vegetal, no solo sintiendo el gusto. Si come una zanahoria al unirse con la energía de aquella zanahoria tendrá otro efecto para uno mismo.
Y agrega: «Dios está en cada alimento. Se puede percibir la donación del Reino Vegetal y unirse a él comiendo una zanahoria».
Lo que se intenta, entonces, al trabajar con los alimentos en la Comunidad-Luz Figueira, por medio de la alimentación vegetariana, de los plantíos, de las cosechas, de toda la vida grupal en sí, no es solo tener salud, o mantener una sustentabilidad y colaboración ecológica, lo que se pretende, en realidad y en esencia, es la entrega a un nivel superior de consciencia, al Creador. Y para eso, se debe buscar individual y grupalmente, una vida en la Tierra como debería ser para todos: con cooperación, ética, respeto, integración, unidad, gratitud y elevación, de los unos con los otros y de cada uno y todos con Dios.
