Del viernes 22 al domingo 24 de junio se llevó a cabo en la ciudad de San Pablo, Brasil, el segundo encuentro de la Juventud Misionera por la Paz. El evento forma parte de la Campaña de la Juventud por la Paz y congregó a una treintena de jóvenes, que animados por la oportunidad de servicio, respondieron a la invitación, plenos de energía y alegría.

Dando continuidad al primer encuentro que se había realizado en Belo Horizonte, a fines de mayo pasado, los jóvenes paulistas desarrollaron un amplio programa que incluyó la asistencia a los Reinos Humano, Animal, Vegetal y Mineral. Contó con el apoyo de los misioneros de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI).

El primer día hubo tareas de cultivo dentro de un proyecto agroflorestal que se lleva adelante en el Núcleo-Luz de Figueira en San Pablo.

Santuario animal

Shamballa: musicoterapia

Al día siguiente, el grupo se trasladó a una granja próxima a la ciudad de San Pablo, en donde se ampara a animales domésticos y silvestres con deficiencias físicas o problemas de salud (ciegos, parapléjicos, tetrapléjicos): el santuario Shamballa.

En ese lugar, los participantes unieron fuerzas en torno a servicios diversos, como el arreglo de cercas, armonización de un galpón-depósito, construcción de estantes, organización de la basura reciclable, organización de los medicamentos, paseo con perros en rehabilitación, y, musicoterapia para los animales. Antes de la despedida, el grupo joven se comprometió a seguir apoyando al local una vez por mes.

A las 17.00, el grupo participó de la Oración de la Juventud por la Paz, otra iniciativa de la Campaña de la Juventud por la Paz, que se realiza todos los sábados, por YouTube.

El domingo, las ganas de servir se trasladaron al salón parroquial de la iglesia San Miguel Arcángel, en Carapicuiba, estado de San Pablo. Allí, los voluntarios dedicaron el día a pintar las paredes de los dos pisos del salón multiuso.

Magnetismo juvenil

Parroquia San Miguel, Carapicuíba

La jornada misionera juvenil contó con el apoyo de numerosos colaboradores de la Red-Luz de San Pablo. “Los jóvenes consiguen atraer hacia el servicio desinteresado a familiares, parientes, amigos, compañeros de estudio y el movimiento se va expandiendo, porque el programa despierta mucho interés”, comentó Imer, misionero humanitario que coordinó el apoyo institucional de la FFHI.

“Siempre quise hacer algo así, pero siempre dejaba para después, y al participar de este momento pude ver cuán importante es pensar en el prójimo y realizar una buena acción, sin esperar nada a cambio. Nosotros hacemos las cosas queriendo ver un cambio positivo inmediato, pero lo más importante es visualizar ese cambio dentro de nosotros”, compartió Luana Zanolini, quien participó por primera vez de una actividad voluntaria organizada por el grupo joven de San Pablo.

“Sentimos, en la práctica, hasta qué punto la fuerza grupal produce una energía tan buena y de qué manera, cuando uno se abre a un propósito mayor, las necesidades aparecen y las soluciones también”, dijo Natalia Miyazaki, coordinadora del grupo joven de San Pablo.

“Es una experiencia tan vigorizante que sentimos vibrar las semillas misioneras escondidas en todos nosotros. No  importa qué tarea nos es dada, o cómo podemos ayudar, si solo por algunos minutos o por muchas horas. Lo importante es que estamos encendiendo una luz blanca y pura que iluminará la oscuridad en la cual se encuentra el planeta, y que en consecuencia atraerá otras luces de todas partes”, reflexionó Victoria Lueken, otra joven participante de la jornada misionera.

La próxima jornada de la Juventud Misionera por la Paz se desarrollará en San Carlos, estado de San Pablo, del 29 de junio al 1 de julio próximos.

Más informaciones sobre las actividades del grupo joven de San Pablo:

+55 11 99567 9546