Históricamente, hablar del suicidio siempre ha sido considerado un tabú por la sociedad. Pero los datos indican que precisamos vencer ese obstáculo y tocar esa herida: el suicidio se ha convertido en una cuestión de salud pública mundial.
Solo en Brasil, se registran cerca de 12.000 suicidios todos los años; y más de un millón en todo el mundo. Una dura realidad que registra cada vez más casos, volviéndose la segunda mayor causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, según la OMS.
Cada suicidio es una tragedia que afecta a familias, comunidades, países y deja huellas profundas en las personas que quedan atrás. Sin embargo, los suicidios pueden ser evitados actuando a tiempo. Pensando en la importancia de la prevención, información y concienciación de la sociedad sobre el tema, fue creada la campaña nacional Septiembre Amarillo, siendo definido el día 10 como Día Mundial de la Prevención del Suicidio.
Integrantes de la Red-Luz Planetaria, afiliada a la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), realizan trabajos voluntarios de escucha y apoyo a personas con problemas emocionales y psíquicos. La Psicóloga Cibele Coury, de la Red-Luz de San Carlos-SP, resalta la importancia de campañas de concienciación e inversiones en políticas públicas de prevención efectiva, con estrategias de atención multisectorial.
Superando tabúes
La OMS señala que “el estigma, particularmente en torno a los trastornos mentales y al suicidio, da lugar a que muchas personas que están pensando en quitarse la vida o que han intentado suicidarse no buscan ayuda y, por lo tanto, no reciben la ayuda que necesitan”.
Milva Montenegro, miembro de la Red-Luz Argentina, es psicóloga y jefe de un Servicio de Salud Mental de un hospital de su país y explica que «contrariamente a lo que afirma la creencia popular, hablar de suicidio no da lugar a conductas de automutilación, sino al contrario, permite a las personas desahogarse de lo que tanto angustia a su ser, y así aliviar la tensión psíquica. Después deben ser derivadas a un psicólogo o a un equipo de salud, para que continúen siendo atendidas».
Sin prejuicios
Kuniko Odaka, de la Red-Luz Balneario Camboriú-SC, y Denise, de la Red-Luz Río de Janeiro, se ofrecieron como voluntarias en el Centro de Valorización de la Vida (CVV), que realiza apoyo emocional y prevención del suicidio, atendiendo a personas que necesitan hablar, y ambas afirman la importancia de escuchar a quien busca ayuda con atención, respeto, empatía, sin preconceptos, sin hacer juicios ni opinar y principalmente sin aconsejar, respetando todas las creencias y religiones.
Volver a conectar con la vida
«Precisamos mantener una mirada atenta, como ser humano, a nuestros valores y a la forma en que nos conectamos con las diferentes dimensiones de la vida: familia, amigos, espiritualidad, independientemente de la religión escogida, trabajo y con nosotros mismos. Hemos de mantener siempre una red de apoyo e investir en nosotros la búsqueda del equilibrio de cuerpo, mente, emoción y espiritualidad», comparte Cibele, de la Red-Luz de San Carlos.
Apoyo
El CVV, Centro de Valorización de la Vida, realiza apoyo emocional y prevención del suicidio, atendiendo gratis, de forma absolutamente confidencial, por teléfono (marcar el 188 en Brasil-), e-mail y chat, las 24 horas del día.