Un grupo de voluntarios vinculados a las actividades de servicio del Núcleo-Luz Figueira en San Carlos – ImaculadaCasa de Alívio del Sufrimiento, afiliado a la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), distribuye, mensualmente, canastas de alimentos básicos a cincuenta familias en un barrio de bajos ingresos de la región.
En este período de desafíos extremos generados por la pandemia, miembros de Nucleo-Luz, del Monasterio dela Transfiguración, así como voluntarios de Red-Luz de San Carlos y miembros de la Campaña de la Juventud por la Paz continúan realizando actividades de servicio abnegado con el fin de colaborar con las familias asistidas en el barrio Antenor García / Aracy y mitigar el impacto del desempleo y el aislamiento social.
Además de apoyar con las donaciones de alimentos, también se distribuyen muebles, ropa, zapatos, enseres domésticos, además de medicinas y otros artículos de primera necesidad, siempre respetando las normas sanitarias.
La asistencia a familias en situación de vulnerabilidad social en el barrio Antenor García / Aracy tiene como objetivo ayudar a despertar a una vida basada en valores éticos y de servicio y colaborar a diseminar el bien y la armonía entre los seres.
La encuesta a las familias a ser beneficiadas, la captación de donantes físicos, empresarios, mayoristas, y el montaje y reparto de las canastas son realizadas por integrantes de la Campaña de la Juventud por la Paz, integrantes de la Red-Luz y monjes de la Orden Gracia Misericordia.
La realidad de las familias
Los indicadores socioeconómicos muestran que el barrio Antenor García tiene una alta tasa de analfabetismo, violencia, desempleo, muy bajos ingresos y una alta incidencia de embarazo adolescente, escenario de vulnerabilidad social que se acentuó con la pandemia.
Servir Fraterno
El Proyecto Servir Fraterno se recrea con acciones tan sencillas como la distribución de canastas de alimentos, donde niños, adolescentes, adultos y ancianos ven aliviado su sufrimiento.
Kelly, una de las participantes más antiguas del Proyecto de Servir Fraterno, compartió la extrema necesidad en la que se encontraban algunas familias. Cuando reciben las canastas de alimentos, comenta el alivio de las madres, los ancianos y los padres de familias que actualmente están desempleadas tienen un alivio. “Cada vez que se entregan los kits de comida, escuchamos historias desgarradoras”, dice Kelly.
“La dignidad ha vuelto a mi vida”, estas palabras son de Doña María, vecina del barrio, al recibir la donación. El señor José Antonio, a quien recientemente le amputaron la pierna, agradece con lágrimas en los ojos cada vez que recibe ropa, comida.
Cuando le preguntamos a Kelly qué la lleva a estar siempre feliz a pesar de los obstáculos y las dificultades que enfrenta en la vida, responde que: “Recibo tanto de Dios, de mis vecinos, de mi familia, del Proyecto [Servir Fraterno], que mi vida ha cambiado mucho en los últimos años, y todo el que se acerca a mi puerta pidiendo para estar en la lista de canastas, solo puedo decir que sí, encontremos la manera”.
Ante el agradecimiento de decenas de vecinos ayudados por el Proyecto, el equipo concluye que las pequeñas acciones, cuando se hacen con el corazón, pueden traer esperanza, confianza, elevar la autoestima, rescatar valores humanos y culturales. ¡Solo tienes que empezar!
El equipo de voluntarios deja un mensaje: “Si quieres servir a través de la vivencia comunitaria, de la asistencia social, de la educación, de la espiritualidad y del servicio altruista, promoviendo el desarrollo integral del Ser, únete a nosotros”.
Una historia de Amor y Servicio
Desde 2014, el Núcleo-Luz de Figueira en San Carlos ha realizado diversas actividades de servicio en asilos, refugios de animales, perreras y, a través del Proyecto Servir Fraterno, también promueve la convivencia y el fortalecimiento de vínculos en varias familias del barrio de Antenor García. / Aracy.
Hasta que se puedan retomar los talleres de artesanías, talleres de música, momentos recreativos y juegos lúdicos, actividades artísticas y el cuidado de la naturaleza, el grupo continúa su tarea de servir con amor y altruismo y, de manera creativa, se reinventa y se adapta a las nuevas condiciones planetarias que impone la pandemia.