Preocupada por la degradación ambiental provocada por el crecimiento económico exponencial de algunos países y el consiguiente aumento de la explotación de los recursos naturales en todo el planeta, en 1975, en la Reunión de Belgrado, antigua Yugoslavia, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) estableció el 26 de enero como Día Mundial de la Educación Ambiental. El objetivo de esta fecha conmemorativa es fomentar una mayor concienciación sobre la necesidad de proteger el medio ambiente a través de la educación.

Dos de las filiales de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) desarrollan un trabajo de educación formal para niños y adolescentes, a través de escuelas reconocidas por el MEC (Ministerio de Educación). Es el caso de la Comunidad-Luz Nova Terra, situada en las montañas de la zona rural de Teresópolis (RJ), donde tiene su sede la Escuela Viva Parque Tibetano; y de la Casa Luz da Colina, en la ciudad de Carmo da Cachoeira (MG), que gestiona la Escuela Parque Tibetano.

Ambas escuelas tienen la Educación Ambiental como una de las bases de su labor pedagógica, partiendo de la comprensión de que el hombre y los demás reinos de la naturaleza forman parte de un mismo organismo planetario. Está presente en el plan de estudios de todos los grados, desde preescolar hasta 9.º curso, además de ser fuente de inspiración para la enseñanza de distintas asignaturas.

Teniendo en cuenta el momento histórico en el que vivimos, en el que ya no se puede negar ni ocultar la crisis climática, ya que las señales están presentes en todos los continentes y en todas las estaciones del año, la reflexión sobre el medio ambiente se ha convertido en un tema de gran importancia, no solo en el ámbito escolar, sino en todos los ámbitos de la sociedad.

Por ello, formar ciudadanos de un planeta en crisis significa formar seres conscientes que puedan operar positivamente y colaborar en lo que sea posible para revertir esta situación crítica, buscando un futuro estable para las próximas generaciones. Para este fin trabajan las Escuelas Parque Tibetano. Las 25 filiales de la Fraternidad Humanitaria (FFHI) están unidas en este propósito.