El último jueves, 11 de mayo, el grupo de la Red-Luz Guarujá, representando a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional fue convocado por una de las Terminales Portuarias de la ciudad de Santos, San Pablo, Brasil, para recibir una donación más del rubro alimenticio. Esas donaciones de alimentos, llamados “saldo de muestras”, forman parte del programa del Ministerio de Agricultura que encamina esos alimentos a entidades filantrópicas.

Comunidad de Carapicuíba
Esta vez el grupo de la Red-Luz Guarujá se unió al grupo de la Red de Servicio de la Sagrada Casa de María, Madre Paulista, que desde el año 2012 realiza regularmente, todos los jueves, actividades lúdicas, educativas y servicios sociales en la Comunidad de Carapicuíba, ubicada en la región metropolitana de San Pablo.

En las actividades de servicio que se desarrollaron el 18 de mayo en el salón Comunitario de la Iglesia de San Miguel, en Carapicuíba, 30 niños participaron de distintas actividades y juegos. Además de los representantes del grupo de Servicio de la Sagrada Casa de María, Madre Paulista, estuvieron presentes voluntarios, colaboradores, representantes de grupos de la Red-Luz de las ciudades de Santo André y San Bernardo y miembros del grupo de Salud y Cura.

Donaciones del Ministerio de Agricultura de Brasil
Los alimentos recibidos por el grupo de la Red-Luz Guarujá, a través del programa del Ministerio de Agricultura, fueron donados en tres días diferentes:
– Día 13 de mayo, todos los ítems del Término con fecha 11 de mayo, excepto las cebollas y los ajos, que se destinaron a la Sagrada Casa de María, Madre Paulista, afiliada a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional.
– Los 220 kilos de rubros alimenticios fueron donados el 17 de mayo en la Comunidad de Morrinhos, en la ciudad de Guarujá, San Pablo, y el 18 de mayo, en la Comunidad de Carapicuíba.

Esta iniciativa grupal promovió una alegría entre grupos y unió los corazones servidores.

San José nos instruyó en el mensaje del día 15/10/15:
“[…] La alegría debe estar como esencia en todo lo que hacen: la alegría del silencio, la alegría de la transformación, la alegría del sacrificio, la alegría de la corrección, la alegría de orar, la alegría de servir, la alegría de ser parte viva del Plan de Dios. Si esta alegría estuviera viva en el corazón de todos los servidores, sería como el fuego que mantiene encendido el amor en el corazón de todos los seres y transforma toda rigidez y toda dificultad en simplicidad y levedad…”