Busque en primer lugar la Fuente de Vida y, así, su Yo Superior coordinará su ser. Al donar completamente su vida a lo Divino, sabrá que, habiéndola perdido para sí, la descubrirá en esencia y en verdad en la consciencia de Dios. Habiéndose vaciado de todo, el verdadero trabajo se realiza en el grado de pureza  adecuado y requerido.

El verdadero estado de libertad se va alcanzando por un proceso en el cual, conscientemente, la energía del ser interno se eleva y la del ego se rinde a ella. Se necesita cultivar la gratitud por el trabajo interior. Para que una indicación interna se cumpla, es esencial que el individuo la considere como una forma de glorificar la Vida Suprema.

Todo lo real que un individuo puede saber, no es una enseñanza externa, pues el conocimiento verdadero brota de su propio interior. El contacto con los reinos internos es como el repicar de las campanas que tienen el momento exacto de sonar y que, en cada golpe, aumenta un tono.

En La simplicidad, el hombre reconocerá la esencia de todas las cosas; en el rebuscamiento, las perderá a todas. La energía, así como la luz del sol, se dona a todos por igual; como la lluvia hace crecer las plantas, sea buenas o malas. Cada ley, cada instrucción que nos llega, es como una semilla germinada que nos ponen en las manos. Si no se la coloca rápidamente en la tierra, termina muriendo; y si la tierra no está labrada, también morirá.

La vida interior es poder cuando los hombres flaquean; es suavidad cuando les falta dulzura; es sabiduría cuando ignoran como conducirse; es amor cuando tienden a ceder a la ira; es luz cuando se encuentran en las tinieblas.

Es en el plano mental que, del punto de vista del espíritu, se da el aprisionamiento de la consciencia a la materia, o sea, es en ese plano que la vida se identifica con su propia imagen.

Si, con muchas palabras, el hombre propala su pretendida sabiduría, al vislumbrar el verdadero saber, optará por el silencio. Si llega a hablar, entretanto, lo hará con palabras, que por su entrega, el Espíritu colocará en sus labios.

Nuestro trabajo no está destinado a apariencias, sino a la esencia, a lo que subsiste bajo las ilusorias formas exteriores. Sin patria, sin dogmas y sin credo camina el verdadero peregrino. De su pasado, nada tiene que decir, de su futuro, nada que esperar. Somos guardianes del porvenir; el futuro no nos pertenece, ni tampoco podemos descuidarlo.

Muchos  pueblos deben tornarse un solo grupo; muchos países, una sola nación; muchas lenguas, un solo idioma; muchas filosofías, un solo pensamiento; muchas religiones, un solo movimiento interno; muchos fragmentos de vida, una sola Vida.

Artículo de referencia: Jornal o Tempo, Del 30/10/2016
Nombre del artículo: O verdadeiro estado de liberdade ocorre no plano da vida superior (El verdadero estado de libertad ocurre en El plano de la vida superior)
Audio de Irdin: Liberdade, liberdade, liberdade (de 00′ a 04’30»)
Audio completo: http://www.irdin.org.br/acervo/detalhes/6621