Casa Redención, contraparte material del Centro Planetario de Aurora, pasó a llamarse ahora Comunidad Fraternidad. El cambio forma parte del ajuste estatutario en curso en este centro planetario desde el 21 de noviembre, cuando representantes de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional llegaron al lugar, situado en el distrito de Paysandú, Uruguay.

FFHI em Comunidad Fraternidad2«Hoy es un día importante para toda la consciencia de la Fraternidad», dice Mirnuk, Gestora Institucional de la Federación. Según ella, con la modificación estatutaria, la Comunidad Fraternidad, que integra el grupo de Comunidades-Luz afiliadas a la Fraternidad, a partir de ahora podrá ampliar mucho sus acciones, hecho de gran importancia para el Plan Evolutivo. «Le corresponde a las Comunidades-Luz una parte importante de colaboración en la manifestación de una nueva vida sobre la Tierra, basada en leyes evolutivas que apuntan a un estado de consciencia aun no vivido por la humanidad. Las Comunidades-Luz son laboratorios para desarrollar esas leyes. La Comunidad Fraternidad es la contraparte material del Centro Planetario de Aurora aquí en la superficie del planeta. Siento que no solamente nosotros estamos contentos con este paso, pues los hermanos mayores también deben estar vibrando con este momento», explica Mirnuk.

Mirna Jad, por intermedio de la Comunidad Figueira y Aurora, por intermedio de la Comunidad Fraternidad, son los dos Centros Planetarios que más consiguieron expresarse hasta el momento en la superficie del planeta. Para Mirnuk, cada nuevo paso colabora para que los demás Centros Planetarios, como por ejemplo ERKS y Lis amplíen su colaboración con la superficie de la Tierra. Mirnuk afirma que, en la medida que las almas que corresponden a cada Centro Planetario fuesen dando su si y colaborando con el Centro, sea por medio de una colaboración temporal o más permanente, esos centros encontrarán brazos para obrar en la superficie.

«El Plan Evolutivo necesita de nuestra respuesta, de nuestros brazos, piernas, manos, corazón y mente. Estamos encarnados para servir al Universo de Dios y las Comunidades-Luz son un maravilloso campo de expresión para que esas semillas puedan germinar», concluye Mirnuk.